Hablar y educar respecto a las relaciones sexoafectivas en la adolescencia es fundamental para que los índices de violencia en las parejas disminuyan, promoviendo una comunicación libre de sesgos de sexo/género y visibilizando aquellas alertas necesarias para la detección y detención de la violencia.
Lamentablemente las estadísticas no son muy alentadoras respecto al tema, la 10ma Encuesta Nacional De Juventudes (INJUV, 2020) nos muestra que van en aumento la cantidad de personas jóvenes que declaran haber sufrido algún tipo de violencia en su relación de pareja.
El 14,4% declara haber sufrido violencia psicológica, el 7,3% violencia física, 3,1% violencia sexual, 3,2% violencia cibernética y 4,2% violencia económica. Del total de la violencia declarada, el 16,6% son hombres y el 18,1% son mujeres, todas cifras mayores respecto a los resultados arrojados por esta misma encuesta en años anteriores.
Por otro lado, Organización Mundial de la Salud (OMS), plantea que 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo.
Es importante prevenir, detectar y detener la violencia en el pololeo:
- Generar espacios educativos reflexivos para que los/as estudiante puedan Identificar los tipos de violencias que existen.
-Dimensionar el impacto que conlleva la naturalización de la violencia, los sesgos sexista y los estereotipos de género que reproducen las violencias.
- Promover formas de detectarla para poder detener su desarrollo y el daño que provoca en las personas que la viven.
- Generar canales de comunicación claros para que quienes sufren violencia puedan solicitar apoyo y hacer las denuncias correspondientes.
Pame Deino
Psicóloga para mujeres